Yo recordaba mis acuarelas en el kinder, unas pastillas que venían pegadas a un cartoncito amarillo en forma de godete, tenían un pincelito que hacía juego, se le caían las cerdas y estas eran duras, pintabamos sobre papel tipo kraft amarillo y al terminar la obra el papel estaba todo arrugado, escurriendo de agua y probablemente con hoyos, los colores eran muy sutiles apenas podía distinguirse un verde del azul, el rojo parecía naranja y el amarillo ni se alcanzaba a notar.
Una de las grandes ventajas del mundo actual es que si quieres saber o aprender algo, en internet puedes lograrlo. Y fue justo así como comenzé a documentarme y a ver tutoriales para usar acuarelas, no era nada como mi experiencia de la infancia, había artistas que hacían cosas hermosas con colores intensos y muchos detalles delicados.
Tomé un taller de fin de semana y me atrapó la técnica para siempre. A veces creo que las acuarelas me eligieron a mi y no yo a ellas. <3
No es sencillo dominar las acuarelas, requiere de tiempo y sobretodo muchísima práctica, miren estas acuarelas que pinté ese año (con un estuchito de Winsor & Newton Cotman de 12 pastillas y tinta china):
Cámara instantanea |
Bañistas |
Mi primera sirena con pelo de noche |
Ahora después de casi 4 años pintando diario con acuarelas me siento mucho más segura de mi técnica y estilo pero creo que todos los días sigo aprendiendo y avanzando.